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Fluido cérvicovaginal (FCV)

El FCV es una mezcla de fluido oviductal, uterino y fluido propio del cuello uterino que tiene funciones protectoras, a través de la inmunidad innata provista por las mucinas, sirviendo además como una barrera mecánica y facilitando el transporte de los espermatozoides al interior de la cavidad uterina. Este fluido es fácilmente accesible de manera no invasiva y los cambios en sus características son utilizados actualmente para detectar, con gran exactitud, la ventana de fertilidad en los métodos naturales para regulación de la misma.

Luego de la ovulación y en especial, inmediatamente después de la fertilización, el fluido oviductal, uterino y el FCV incrementan varias veces su producción y corren río abajo. Desde el momento mismo de la fecundación, se inicia un rico diálogo molecular entre la madre y el embrión que tiene lugar en el oviducto. Este diálogo molecular es extremadamente sincronizado y tiene el propósito de favorecer el desarrollo del embrión en sus diversas etapas, además de facilitar el transporte hasta el lugar de la implantación en el útero.

Posteriormente y durante el proceso de la implantación, este intercambio molecular se traslada al endometrio, en el útero, comenzando alrededor del 6° día desde la fecundación. Vale decir, parte o todas las moléculas secretadas por el embrión y su madre desde el momento mismo de la concepción, toman contacto con este “río corriente abajo” formado, primero por fluido oviductal y luego, por el fluido uterino. El FCV actuará como si fuese un “estuario”, capturando parte de este diálogo entre madre e hijo que tiene lugar en el oviducto y en el útero. Aunque los métodos de muestreo son variados, la colección de FCVen una copa de silicona médica que la mujer puede insertar muy fácilmente en el canal vaginal hasta el cuello del útero, asegura una muestra con mínima o nula contaminación.

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Nuestras pruebas preliminares, con la instalación de una copa de silicona por 1 h, mostraron una variación de dos veces en la magnitud del contenido de proteínas durante 10 días consecutivos de colección, alcanzando un peak en los primeros cuatro días desde la ovulación.

 

En conclusión, el FCV parece ser el candidato ideal para rastrear, capturar e investigar biomarcadores de desarrollo embrionario in vivo de forma no invasiva.

Lo invitamos a conocer más sobre el FCV en nuestro Biotech Blog

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